Sobre una superficie limpia, coloca un envoltorio de rollito de huevo de manera que una de las esquinas quede hacia ti. Transfiere aproximadamente 2 cucharaditas del relleno al centro del envoltorio.
Sellar los bordes con un poco de agua y enrollar el envoltorio con firmeza, doblando la esquina inferior sobre el relleno y doblando los lados hacia adentro. Continuar con el resto del relleno y los envoltorios.
En una freidora o sartén grande, tuesta el aceite hasta que alcance los 350°F o 180°C. Fríe los rollitos de huevo con cuidado en tandas durante aproximadamente 3 a 4 minutos de cada lado o hasta que estén dorados y crujientes.
Después de cocinar los rollitos de huevo, sácalos de la sartén y colócalos en un plato forrado con papel toalla para que absorban la grasa adicional.
Caliéntalo y mójalo en salsa de soja o salsa agridulce. ¡Disfruta de tus rollitos de huevo hechos a mano!
Para que sean más saludables, puedes hornear los rollitos de huevo. Coloca una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y ajusta la temperatura del horno a 425 °F o 220 °C. Enrolla los rollitos de huevo y déjalos a un lado. Antes de hornear, cubre ligeramente cada rollito de huevo con aceite. Hornea durante 18 a 20 minutos, girándolos una vez a la mitad del tiempo, o hasta que estén crujientes y dorados.

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