Nuestros abuelos eran conscientes del valor del reciclaje en la casa y le daban un nuevo uso a los restos de comida. Las cáscaras de ajo son una de esas joyas, con un uso inesperado más allá de simplemente condimentar la comida.
Los pilares culinarios como el ajo y la cebolla brindan sabores únicos a una amplia variedad de platos. Sin embargo, nuestros abuelos tenían un consejo frugal bajo la manga que usaban después de agregar ajo a una comida, en lugar de desechar la piel.
Las cáscaras de ajo se pueden utilizar de forma inteligente y económica en lugar de desperdiciarse. Los conocimientos de jardinería de esta abuela incluyen un método simple pero eficiente para proteger las plantas.
El ajo tiene cualidades antifúngicas y antiparasitarias que se pueden aprovechar haciendo una infusión casera. Así se hace:
Vierte un litro de agua en una cacerola.
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