Todos subestimamos la reconfortante combinación de carne molida y papas hasta que realmente las comemos.
Como era de esperar, yo solía ser uno de sus escépticos. Cuando era más joven, las palabras “carne y patatas” no significaban nada más que un asqueroso aburrimiento gastronómico.
Pero aquí es donde todos nos hemos quedado dormidos: el atractivo y la adaptabilidad del plato provienen de su simplicidad.
Razones por las que las patatas y la carne molida no son ingredientes habituales
Imagine un plato en el que la carne molida magra, las patatas sazonadas, las cebollas, los pimientos y la salsa Worcestershire combinen en perfecta armonía.
Incluso aquellos a quienes no les suelen gustar las verduras pedirán más de este milagro preparado en una sola sartén.
Las personas que no quieren comer a menudo se enfrentan al estereotipo de “carne y patatas”.
Resulta que somos nosotros los que estamos equivocados; estos elementos “básicos” son capaces de crear una deliciosa sinfonía.
Aparte del pastel de pastor y el stroganoff de carne molida, la idea de combinar carne y papas nunca pasó por mi mente como chef.
Pero aquí estoy, sorprendido por el irresistible encanto de esta cocina que es a la vez simple y fuerte.
Lo que distingue a esta receta de carne molida y papas del resto
La carne molida magra es la superestrella anónima de la cocina cuando se trata de su adaptabilidad.
Asume fácilmente los sabores de sus acompañantes y especias y es rico en vitaminas, hierro y proteínas.
Entre los platos populares en todo el mundo que lo utilizan se incluyen las sartenes de tacos y los tazones de carne coreanos.
Sin embargo, cuando se combina con la patata común se produce una transformación milagrosa.
Imagínate descubrir que tu amado osito de peluche de la infancia en realidad tiene un doctorado en física cuántica.
INGREDIENTES
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