Quitar la chapa.
Intenté usar calor para liberar la chapa, pero descubrí que la forma más productiva de sacarla era arrancarla y pelarla con una navaja de borde recto y varias espátulas. No fue la parte más divertida, sin duda. Algunas se pelaron en tiras, en algunas áreas tuve que quitar pequeños trozos a la vez. Estoy seguro de que alguien tiene un método mejor, pero esto me funcionó.
Llegando al meollo del asunto.