Repita los pasos 10 y 11 dos veces más, para un total de tres series de pliegues.
Envuelva la masa en film transparente y refrigere durante al menos 1 hora, o toda la noche si lo desea.
Precalienta el horno a 200 °C (400 °F) y cubre una bandeja para hornear con papel pergamino.
Extienda la masa fría hasta formar un rectángulo grande, de aproximadamente 1/4 de pulgada de grosor.
Corta la masa en triángulos, luego enrolla suavemente cada triángulo desde el extremo más ancho hasta la punta, formando formas de croissant.
Coloque los croissants con forma en la bandeja para hornear preparada, dejando espacio entre ellos.
Cubre los croissants con un paño de cocina y déjalos reposar en un lugar cálido durante unos 30 minutos, hasta que estén hinchados.
Cepille los croissants con huevo batido (bata 1 huevo con 1 cucharada de agua).
Hornea los croissants en el horno precalentado durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados.
Saca los croissants del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.
Sirve los croissants súper suaves calientes o a temperatura ambiente.
Disfrute de las delicias hojaldradas y mantecosas de estos croissants caseros para el desayuno o como delicioso refrigerio.
