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Vierte la masa del pastel en el molde preparado y alisa la superficie. Esparce los arándanos sobre la masa (sin presionarlos). Si hay algún exceso de harina de los arándanos, espolvoréalo por encima. Luego, espolvorea el crumble por encima.
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Hornea el pastel durante 65-70 minutos (si usaste arándanos frescos) o 70-75 minutos (si usaste arándanos congelados). El pastel estará listo cuando la parte superior esté dorada y los arándanos estén burbujeando. Si insertas un palillo en el centro del pastel, no debe tener masa húmeda. O si presionas suavemente el centro del pastel, debe rebotar y sentirse ligeramente firme.
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Deje que el pastel se enfríe en el molde durante 30 minutos y luego transfiéralo con cuidado a una rejilla para que se enfríe por completo.
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Utilice un cuchillo de sierra para cortar el pastel en rebanadas. Sirva el pastel tal cual o con una bola de helado. Guarde el pastel en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 1 o 2 días, en el refrigerador hasta 3 días o en el congelador hasta 1 mes. El crumble se ablandará con el tiempo.
Notas
- Para que el pastel tenga un sabor más intenso, puedes sustituir la mitad del aceite por mantequilla. Utiliza 3 cucharadas (45 g) de aceite y 3 cucharadas (45 g) de mantequilla vegana derretida.
- Asegúrese de que el yogur y la leche estén a temperatura ambiente, de lo contrario, la masa no se emulsionará bien y podría quedar demasiado espesa.
- Si la mantequilla todavía está caliente, el crumble puede parecer una pasta espesa en lugar de una mezcla desmenuzable. No te preocupes, porque cuando la enfríes, la mezcla se endurecerá y se volverá más hojaldrada.